Del mar al huerto.
Del mar al huerto.
Ante el deterioro significativo del litoral isleño, la indignación de la ciudadanía y el cabreo del lobbie turístico, el Consejo Insular de Agua de Tenerife y algunos municipios han respondido con la estrategia: “las aguas residuales, apenas depuradas, y no regeneradas, en vez que en el mar, se verterán en canteros, parterres y huertos”.
Establecida la relación entre los vertidos de aguas residuales y la presencia en el mar de patógenos, manchas de cianobacterias, acumulación de toxinas por dinoflagelados..., el municipio de La Laguna y su concesionaria del servicio de abasto y saneamiento, TeideAgua, han decidido que el emisario de aguas al mar de la EDAR de la Punta del Hidalgo, que afecta a los enclaves estivales y turístico, no vierta.
¿Cuál es la alternativa?
Se “renueva” la obsoleta depuradora de lodos activados, y las aguas residuales, aireadas y filtradas, se bombearán para la agricultura de más de 400 000 m2.
Un quítate tú pa ponerme yo.
Lo cierto es que, la EDAR “renovada” sigue siendo común, de lodos activados a la que se le ha añadido una biomembrana (Tecnología de Veolia)
Por cierto, el 49.7% de Teidagua es de Canaragua que, a su vez pertenece en su 100% a Veolia, de las mayores multinacionales del sector de agua del mundo. El otro porcentaje se lo reparten los ayuntamientos de Tacoronte (10%) y La Laguna(40%). Difícilmente, la parte pública podrá controlar lo que disponga la multinacional.
El asunto se agrava, posiblemente ajustando el presupuesto para que el resultado final no sea excesivamente caro, pues la edar “renovada” no está dotada aún de la etapa de afino mediante electrodiálisis reversible u ósmosis inversa necesaria para rebajar la salinidad final. A pesar de ello, ¿se autorizará el uso de esta agua salobre, con metales pesados, para la agricultura?
En definitiva, a 13 de julio:
(1)El agua ofertada no es propiamente agua regenerada: tiene un alto contenido de sales (conductividad en torno a 2000 micro S/cm) y también metales pesados.
(2) El uso habitual de esa agua es sumamente dañino para el suelo rústico y la salud de los frutos del campo y granjas, y para el subsuelo. Y está prohibida para el consumo de animales.
(3) Se debería monitorizar el uso de esa agua, que tendría que estar limitado exclusivamente en casos de sequías pertinentes y nunca como recurso en el sector agropecuario.
(4) Clama el cielo cómo, asesores tecnológicos venden la tecnología de filtrado por membranas para la depuración como una solución definitiva. ¡Cualquier alumno de la ESO sabe que, por muy micro, nano o pico membrana que se utilice, el filtrado no separa los iones (sales, ácidos, bases, complejos organometálicos etc) disueltos en agua!
Sabiendo que los emisarios en el mar del Norte, más pronto que tarde se rompen, afectando zonas de baños de La Punta y Bajamar(las pocas de La Laguna); que el agua depurada tiene menos densidad que la del mar, luego flota; y que poseen bionutrientes P y N, que favorecen el crecimiento de bacterias en el litoral, como ocurre en estos días en el Puerto de la Cruz, El Médano o Arona-Adeje, es necesario que no vaya una gota de agua de fuente antropogénica al mar. ¡Pero más peligroso aún, si cabe, es que se vuelquen en los campos!
Las aguas depuradas, a las que no se le aplica su desalinización y la ausencia de un control exhaustivo de su uso, ponen en riesgo la salud del suelo y de la cadena alimentaria.
Sostenibilidad y economía circular aplicados para derivar las aguas residuales, no completamente regeneradas, a huertos es una falacia dialéctica y una imprudencia en la gestión pública.
Julio Muñiz Padilla. Químico. Profesor Jubilado de Depuración de Aguas.
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