Valorar a los insectos.
Se ha criticado mi postura contraria al uso del hexaflumuron, un potente y persistente biocida sistémico, usado en la crisis de las termitas en las comarcas de Tacoronte y Valle de Guerra por su acción contra las abejas y lombrices de tierra. También he recibido leña por mi frontal oposición a la aniquilación de dos mil cabras en Teno y Anaga. Posturas concretas, que ahora quiero ampliar por la incidencia que ambas medidas, entre otras, es tán afectando negativamente a la población de los insectos en la isla. Según me cuenta una amiga entomóloga, la caída de la población de insectos en Canarias se estima, en relación a los años 50 del siglo pasado, en más de un 70%. Con ello, no sólo desaparecen poblaciones de especies, algunas de las cuales tienen 400 millones de años, sino que además, cae en picado el número de aves, muchas de ellas insectívoras. Se añade el enorme problemas de la polinización de las plantas con flores, tanto de especies agrícolas como de la mayoría de las silvestre...