Emisarios al mar. Tipos e impactos.

Hay varios tipos de emisarios de aguas al mar. ¿Cómo impactan en la salud del litoral?


(I) Emisarios de agua de escorrentías. 

Podría considerarse “naturales”, como lo son las torrenciales luego de una tormenta. Pero la realidad es que, actualmente, muchas de las ramblas y cauces hidrológicos  no son barrancos y acequias, frutos de la erosión natural, sino avenidas alternativas como calles, caminos, carreteras y autopistas asfaltadas que han rotulado casi todo el espacio no rústico, desde la cumbre hasta la costa. Autopistas, como la de Santa Cruz a La Laguna, captan enormes caudales de lluvia de las dorsales, el Monte de La Esperanza y Anaga, que, a su vez, se mezclan con otras aguas que fluyen por barranquillos y afluentes, generalmente sucios, tanto por depósitos clandestinos de basuras, como por el percolado de pozos negros, de basureros enterrados o de fincas en las que se ha usado, y abusado, de productos agrícolas y fitosanitario con moléculas persistentes, muy contaminantes. Todos estos tóxicos fluyen arrastrados o disueltos en la escorrentia hasta el mar.

Anoto que, el asfalto es una de las fuentes principales de mercurio en las aguas superficiales y, que, también llega a las depuradoras a través de imbornales. 

(II) Manantiales costeros, 

  1. Proveniente del acuífero. 

Deberían ser inocuos. Pero, en lugares, como el valle de la Orotava, entre Punta Brava y La Playa del Socorro, debido a lo enormemente contaminado del subsuelo por nitratos, fosfatos y moléculas persistentes, a lo largo de un siglo de agricultura intensiva del plátano, esos manantiales de los acantilados ya no son seguros. Beber directamente de ellos no es recomendable. Su acción sobre el mar, quiza menos crítica que la de las aguas de escorrentías, es, en cambio, igual que la de cualquier otra fuente, en presencia de bacterias halosensibles, negativa al reducir la salinidad, con lo que aumenta su durabilidad en el medio marino.

    (b) de pozos filtrantes,cerca de la costa, alimentados con aguas residuales a las que, en el mejor de los casos, se les ha aplicado una simple decantación o tratamiento primario. Contaminan las demás aguas subterráneas y, conjuntamente, discurren hasta el mar, cuando el acuífero superior está colmatado, como ocurre en años, como el presente, pluviométricamente buenos. 


(III) a Emisarios Legales de aguas residuales domésticas. 

Aunque la ley permite aún la dilución de las aguas residuales en el mar,  la distancia de la costa a la que este proceso debería realizarse con garantías es, en general, muy superior a la distancia real en que estos emisarios vuelcan. Los mismos, además, deberían estar dotados de un difusor Venturi, que mejoraría la mezcla del agua residual, de baja densidad,  con la salada.

La realidad en las Islas Canarias es, en muchísimos casos, que estos emisarios, teóricamente bien calculados, debido al embate marino, están, en su mayoría, rotos, con fugas, en casi todo sus trayectos submarinos. Los escapes de aguas negras suelen ser muy frecuentes a corta distancia de la costa lo que afecta al baño. 

(III) b Emisarios ilegales de aguas residuales domésticas. 

Por supuesto, el problema de contaminación y de profusión de bacterias patógenas es aún peor en estos casos que en el de los emisarios legales, simplemente porque sobre estos segundos apenas hay control. El hecho de que estas aguas no saneadas sean poco densas, respecto a la del mar, y estén llenas de nutrientes, permite el desarrollo peligroso de colonias de bacterias patógenas en todo al litoral próximo a la fuente ilegal de aguas negras y grises. Estamos obligados a su total desaparición

(IV) Emisario de aguas industriales. En este grupo debemos incluir cuatro subcategorías:

  (IV.a) Aguas industriales de refrigeración de máquinas. En particular, las aguas calientes de las centrales térmicas. Estos emisarios evidentemente producen un aumento de la temperatura en la zona de desagüe. La combinación de aguas “dulces” que rebajan la salinidad del ecosistema, lo que favorece la vida de las bacterias sensibles a la sal, a lo que se suma el aumento de la temperatura, origina un ecosistema subtropical en el que especies oportunistas pueden medrar y generar graves problemas con el ecosistema natural. 

  (IV.b) Aguas industriales con altas concentración de químicos. Algunos de los más habituales son ácidos, como el tartárico, o el acético, proveniente de la industria alimentaria y láctea, que generan reducción importante del pH del medio y la desaparición de la flora y faunas propias. También suelen ser importante los niveles altos de fósforo, tanto en las formas  de fosfatos o fosfonatos, en particular en lavanderías industriales. Por último, aunque menos frecuentes, son las aguas contaminadas con moléculas orgánicas procedentes de combustibles e industrias del plástico, pinturas….

 (IV.c) Rechazos salinos de desaladoras. La obtención de agua dulce a partir de la del mar por medio de ósmosis inversa implica un rechazo salino cuyo volumen es el mismo que el del agua dulce obtenida. Ese rechazo tendrá el doble de sales que la del agua de mar,  a lo que se suma los productos, normalmente derivados del ácido sulfúrico, que se le añade para el mantenimiento húmedo de las membranas de poliuretano, poliamida o policarbonatos. En definitiva, los rechazos salinos de las desalinizadoras tienen estas características: caudales elevados, iguales a los del agua desalada, alta densidad, mayor que la del agua del mar, y agresivos químicos. 

Estas tres características son las causantes de la destrucción de toda la zona bentónica en torno al mismo, en ocasiones de muchas hectáreas, en las que desaparece la práctica la totalidad de los sebadales, corales, y, las especies biológicas asociadas a los mismos. 

(IV.d) Rechazos procedentes de la regeneración de aguas residuales. 

La técnica que se suele utilizar en el afino de las aguas depuradas, para reducir su carga iónica, es la electrodiálisis. (A veces se usa la ósmosis inversa). La regeneración concentra en un 33% (a un 25%) del total de agua residual, gran parte de los iones sodio, potasio, y aniones como cloruros, fosfatos y nitratos. Ese rechazo, que termina en el mar, tiene las siguientes cualidades: caudales altos, en torno al 1/3 del total del caudal depurado,; una densidad menor que la del agua de mar, y es rico en nutrientes como fosfatos y nitratos. 

Estas cualidades hacen que el agua del emisario sea un medio nutritivo que “flota” sobre la del mar, formando una especie de pluma o cono invertido cuyo diámetro superficial aumenta y, en ocasiones, llega a la zona de bañistas. En esa agua se reduce la presión osmótica que soportan las bacterias, lo que favorece su supervivencia en el mar, y, por los nutrientes básicos que contienen, promueve el crecimiento de colonias de bacterias patógenas y cianobacterias, en particular, aquellas oportunistas. 


Entre unas y otras estamos cargándonos nuestro litoral.


Parémos urgentemente cualquier volcado de aguas de uso humano al mar.


Julio Muñiz. 

Químico, profesor de Depuración de Aguas.

8 de junio 2025. Día internacional de los oceános.


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