Algunas normativas
europeas han potenciado el aumento relativo del uso de
derivados orgánicos del ácido fosfórosos o de P(III) (ante
llamados fosfitos y actualmente fosfonatos orgánicos) en relación
al ácido fosfórico P(V) que, con carácter general, precipitan en
sales inorgánicas, conocidas como fosfatos.
En general, los
fosfonatos, se consideran “esteres” del ácido fósfórico H3PO3
, en forma hidroxila, (HO)3P , con el etanol u
otros alcoholes o polialcoholes. Una gran diferencia entre estos
derivados del fósforos y aquellos que provienten del H3PO4,
sales inorgánicas, fosfoglúcidos, fosfolípidos, o fosfopolímeros
(orgánicos donde se condensa el (HO)3PO con derivados
orgánicos con grupos hidroxilos -OH liberando H2O) es que
los fosfonatos son menos solubles en disolventes orgánicos y más en
disolventes como el agua. Justo, un comportamiento contrario al que
tienen los derevados del fósforo (V)
Por otro lado,
fosfonatos como el el ácido 2-aminoetilfosfónico se encuentra en la
naturaleza, considerándose un nutriente para las bacterias que lo
pueden incorporar a la cadenas de ATP. Ese motivo hace que muchos
biólogos lo hayan incluido dentro de la categoría de sustancia de
origen natural.
Tienen capacidad
fungicida y en las normas que autorizan los insumos ecológicos los
derivados potásicos de los fosfonatos (fosfit) han sustituido a los
derivados del cobre.
Igualmente, mientras
que ha reducido el uso de los derivados del fósforo (V) de los
detergentes, se ha mantenido en 0,3 g/L los fosfonatos en los mismos,
con lo que se cumple la norma de reducción del fósforo total sin
que, por lo pronto, se haya reducido el fósforo (III).
Consecuencia de las
políticas potenciadoras de la agricultura ecológica, los niveles de
fosfanatos en a alimentación ha aumentado.
Todo ello ha
implicado que, mientras el total de fósforo de las aguas de
saneamiento se ha reducido, en realidad ha aumentado, al menos en
valores relativos, aquellos derivados del fósforo(III), mucho más
solubles en el agua, mientras ha disminuido las sales insolubles del
fosforo(V). En consecuencia, en los sedimentos de las aguas no
depuradas o depuradas sin tratamiento terciario, era altas la
concentración de PO4(3-) que favorecían la eutrofización en las
costas, aunque no participan significativamente del aumento del [P]
total en el agua. En cambio, en lo efluentes ha aumentado los
niveles de derivados del PO3(3-), hidrosolubles y fácilmente
digeribles por las colonias de bacterias en los tanques de digestión
aeróbica, lo que facilita la depuración.
En cambio, en el
caso de aguas no depuradas vertidas al mar, éstas aportan un R3-PO3
que no precipita y, que por tanto, aumenta la [P] en la disolución.
Si a estas aguas no
depuradas que llegan al mar le sumamos aquellas que provienen del
riego de los cultivos agrícolas en los que las sales de cobres y
otros metales de los fungicidas y demás productos fitosanitarios
sistémicos se están sustituyendo por derivados orgánicos del
fósforo(III), el aumento del fósforo soluble en las aguas litorales
es un fenómeno en crecimiento.
Julio Muñiz
Padilla.
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