(1)Factor primario. La fuente de las bacterias.
(2)Factor secundario o de supervivencia.
(3)Factor terciario o de crecimiento.
(4)El incremento de la temperatura.
(1)Entre las primeras, evidentemente los excrementos diversos son los más comunes.Masas residuales ricas en nutrientes no asimilables por el animal en la que hay bacterias, inicialmente en número relativamente bajo, nativas del propio aparato digestivo, que han participado en la asimilación de los nutrientes útiles y que, por tanto, en equilibrio numérico en el tracto intestinal, al salir a un ambiente más oxigenado y menos ácido se multiplican exponencialmente. Las temperaturas altas, los ambientes con pH neutro, la ausencia de sales desecantes y la posibilidad de más nutrientes externos (como fosfatos y nitratos) aceleran su crecimiento vegetativo. En condiciones adecuadas una sola en 24 horas puede formar una colonia, es decir, 1000 000 bacterias. En las aguas residuales, por su baja concentración salina en comparación al agua del mar, la supervivencia y el crecimiento bacteriano es muy significativo. Los nutrientes que a su vez están dispersos o disueltos en el agua catalizan el crecimiento. Así como los aportes de aguas calientes.
(2) La diferencia entre la concentración de sales o azúcares del citoplasma celular y el exterior es, junto a la temperatura, parámetros de la presión que soporta sus membranas. Normalmente, la presión osmótica en que se desarrollan las prpcatiotas oscila entre un mínimo de 2 atmósferas hasta un máximo de 35 atm. (esto último solo en el caso de bacterias halo resistentes). Por esa causa, la mayoría de las intestinales, con baja concentración de sales y glúcidos en su plasma, raramente toleran el entorno marino, donde la alta concentración salina (equivalente a 35 g de NaCl), ejerce una presión osmótica superior a 28 atm que las deshidratas hasta que mueren.
Al contrario, la reducción de la salinidad debida a la dilución con agua “dulce” es un factor esencial responsable de la persistencia de los patógenas intestinales en zonas costeras. Es inmediato observar que, en ocasiones, los propios servicios de baños químicos en las playas junto a las duchas pueden ser motivo de riesgo que debería considerarse.
Pero, mucho más grave es el impacto de los grandes caudales de aguas fecales, relativamente "dulces", de los emisarios submarinos que rebajan la salinidad del ambiente marino y, en consecuencia, aumentan la supervivencia de los patógenos. Por la menor densidad del agua residual respecto a la del mar, (y aunque el emisario esté sumergido), hace que éstas y sus bacterias asciendan hasta la superficie formandose un cono. En esa región cónica con menor salinidad los bañistas están en riesgo de infección bacteriana.
Las corrientes de Van Karman es un factor que además reduce la velocidad de dilución de las aguas de los emisarios en el seno marino y favorece un " estacionamiento" de las mismas, en torno a las islas. No me extiendo...
(3)Además de la fuente primaria del patógeno y la reducción de la salinidad del agua por los aportes de aguas dulces debemos considerar el añadido al mar, normalmente antropogénico, de nutrientes, a saber:
Fosfatos (P 5+), fosfonatos (P 3+ unido a una cadena orgánica), nitratos (N 5+), nitritos y amonios (N +/-3 ) además de vitaminas, moléculas persistentes…etc.
Debido a ellos seuede,no solo soportar la poblaciones de bacterias, sino incluso aumentarlas; lo que, en particular ocurre con aquellas más primitivas y antiguas que sobreviven en medios salados, como ocurre con especies de cianobacterias. Estas y sus esporas, en esos medios ricos en fósforo o nitrógeno, aunque vivan habitualmente en aguas pobre, oligotróficas, pueden crecer en población de forma cuasi explosiva hasta formar blooms. Estas manchas empiezan a ser comunes en nuestras islas.(Tenerife 2016).
La rápida desaparición de los sebadales en las islas, bien sea por la alteración de las costa por obras portuarias y turísticas, a lo que se añade el efecto tóxico sobre los mismos de las salmueras de las estaciones desaladoras de agua para el abasto y las regeneradoras de aguas residuales para la agricultura ha favorecido el aumento de nutrientes en el agua litoral. Los sebadales han sido los mejores sumideros de los nutrientes inorgánicos como los fosfatos y nitratos.
(4) Está demostrado que el aumento térmico favorece el crecimiento de colonias, aunque también aumente la presión osmótica limitante de la supervivencia de las mismas en el mar. Por ello, si bien es el caso de las apariciones de blooms de bacterias resistentes al medio marino la T alta juega un rol relevante, no tengo tan claro que ese incremento térmico sea especialmente significativo en la contaminación de las playas por patógenos fecales.
Julio Muñiz Padilla. Químico. Profesor de depuración de aguas residuales..
Gran trabajo clarificador!!!
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